sábado, 7 de enero de 2017

LO IDEAL ES QUE NO HAYA "LUCHA DE CLASES" (El rostro de la lucha de clases en Paraguay)


Los multimillonarios, terratenientes, latifundistas, ganaderos, empresarios inmobiliarios, supermercadistas, narcotraficantes, sojeros, etcétera, que conforman la oligarquía paraguaya, a través de sus medios de comunicación (Diario abc color, Diario Hoy, Diario La Nación, Diario Última Hora, Diario ADN, SNT, Telefuturo, Unicanal, entre otros) pretenden instalar en la mente de la ciudadanía que los compatriotas campesinos padecen una manía por la que siempre buscan el dolor y la humillación. Por eso nomás se explica que entre 30 ó 50 campesinos se "enfrentan" con palos a 300, 500 ó 1.000 policías armados con poderosas armas de guerra, como fusiles, metralletas, chalecos antibalas, y adiestrados psicológica, técnica y físicamente para disparar, golpear, asesinar, secuestrar o torturar a quienes luchan contra este sistema capitalista hambreador y excluyente.

Es difícil hablar de enfrentamiento cuando lo que en verdad ocurre es un criminal atropello y ataque cobarde de los terroristas uniformados (denominados "policías") contra los valientes y heroicos campesinos  paraguayos y paraguayas que defienden el suelo patrio invadido por latifundistas sojeros brasileños y connacionales.

Estos "policías" se constituyen en  protectores de los oligarcas (enemigos de la Patria) y de sus intereses mal habidos. No son los enemigos de la Patria pero a ellos les defienden. Son hijos de obreros y de campesinos; son hijos del pueblo pero traicionan a su mismo pueblo, a ese pueblo que paga con mucho sacrificio sus salarios. Esos policías que deberían haberle protegido y defendido son los que le traicionan protegiendo con su vida a los enemigos de la Patria. La policía es convertida en el  instrumento de represión de la oligarquía; es el brazo armado del Estado capitalista que opera para garantizar la continuidad de la producción capitalista. Pues, cuando las familias paraguayas campesinas ocuparon las tierras estatales de Marina Kue (Curuguaty), fue a invadir la familia de Blas N. Riquelme y defendió esa invasión usando a casi 500 policías que quitaron la vida a 17 paraguayos a fin de favorecer la continuidad de dicha invasión. También en las tierras estatales de Guahory, 1.200 policías van a defender a los terratenientes sojeros, violentando, reprimiendo, torturando y baleando a mujeres, niños y hombres trabajadores que viven en la zona desde hace alrededor de tres décadas.

Ante esta nefasta realidad, al pueblo trabajador y empobrecido le  quedan dos opciones para resguardar su dignidad ante estos ataques. Autodefenderse o nacionalizar las fuerzas del orden a fin de contar con policías patriotas que cumplan su rol de defender los intereses del pueblo. La segunda opción es la más correcta.

Cuando la oligarquía ya no puede convencer a la ciudadanía de que 'las injusticias sociales son naturales o normales', y cuando los ciudadanos exigen lo que se les ha arrebatado (salud, tierra, vivienda, educación, felicidad, trabajo digno, entre otros derechos), entonces esa oligarquía utiliza la fuerza, la violencia, el terror, las armas, las cárceles o los asesinatos para mantener el sistema que permite en Paraguay la existencia de seres humanos de primera categoría que son una minoría o clase "alta",  ricos multimillonarios (aproximadamente 5% de la población paraguaya) y de seres humanos de segunda categoría que son la mayoría o clase "baja", trabajadores empobrecidos (aproximadamente 95% de la población paraguaya).

Estas clases están en confrontación una con la otra. Estas clases están en lucha. Esta lucha de clases o conflicto entre las clases ocurre debido a la inequidad social que produce el sistema capitalista. Lo ideal es que no haya lucha de clases; es más, lo ideal es que no haya clases, ni alta ni baja. Lo ideal es que todos los ciudadanos tengamos acceso a todos los derechos, que todos seamos iguales en dignidad y en derecho, sin hambreadores ni hambreados, sin opresores ni oprimidos, sin amos ni esclavos, sin multimillonarios ni empobrecidos. Pero mientras existan las clases (altas y bajas), habrá la lucha de clases. Sólo el socialismo permitirá la equidad y la justicia social entre los seres humanos, el futuro de la humanidad ha de ser el socialismo; si no, no habrá un futuro humano sino de barbarie, de muerte, hambre y guerra. Solo el socialismo es vida, pan y paz.

EL ROSTRO DE SATANÁS. Aportes para reflexionar sobre el mal, el malo y lo malo.

-Por Alvino Villalba Cuando la gente se imagina cómo sería el rostro del Diablo, la imagen que se crea en la mente es la de un ser parecido ...