martes, 24 de octubre de 2017

OTRA AMENAZA DE APUÑALAMIENTO DE CARTES AL PUEBLO: PRIVATIZACIÓN DE LA ANDE

El gobierno del oligarca Horacio Cartes, denominado "exitoso empresario", (tildado por varias individualidades y organizaciones sociales como una persona ligada con el tráfico de drogas) cuya inconmensurable fortuna, de sospechosa procedencia, ha aprobado, en el mes de marzo de 2017, el aumento del precio de la electricidad, pese a la mala calidad del servicio, más los frecuentes y prolongados cortes de energía que la ciudadanía viene soportando casi de manera estoica, ya que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) le impone ese tipo de servicio .

Lejos de subsanar este problema en la ANDE (pauperización del servicio y el encarecimiento excesivo del energético), el mismo se agudiza de manera intencionada para producir un hartazgo ciudadano generalizado que permita pedir, como es lógico y justo, una solución definitiva a este flagelo. 

No obstante, el gobierno empresarial pretende imponer al pueblo la ingesta de veneno etiquetando su envase como "remedio", al sostener discursivamente que la solución definitiva de este problema se encuentra en la entrega de dicho recurso energético a empresarios del sector privado para que los mismos dispongan de la energía eléctrica del país y la administren con criterios empresariales, añadiendo a esto que el Estado paraguayo supuestamente no puede sostener dichos mejoramientos sino solamente aquellos empresarios (socios de Cartes).


Los aumentos no se acabarían con el de marzo del 2017 sino en breve se repetiría, incluso de manera sistemática y de modo cada vez más agobiante, para instalar en el pensamiento colectivo que solo aumentando la tarifa, la ANDE podrá seguir funcionando o eventualmente podría mejorar de modo parcial su servicio, dejando subyacer la idea de que si el pueblo no quiere seguir pagando alto costo por la electricidad en estas deplorables condiciones, no tendría alternativa más que dar su "aval social" de privatizar este recurso para seguir pagando ese altísimo precio pero en las condiciones ya mejoradas, supuestamente.

Lo que los empresarios, entre ellos el presidente de Paraguay, ocultan en esta situación y lo que la ciudadanía debe comprender muy bien, es que la privatización de la ANDE, pese a que Cartes tiene el aval legislativo, a través de la Ley de APP (Alianza Público-Privada), no es efectuada solamente porque gran parte de los paraguayos y las paraguayas se resiste a permitir semejante saqueo a un recurso público y que si se llegase a hacer, existe la amplia posibilidad de que el pueblo organizado se levante contra el gobierno de Horacio Cartes, provocando bruscos cambios que aterran a la oligarquía paraguaya. Y es precisamente esa la fortaleza de este pueblo que bajo ninguna circunstancia puede perder, porque solamente un pueblo consciente, patriota y organizado es capaz de evitar este y tantos otros atropellos de la clase oligarca que siempre ha subsistido gracias a la usurpación de los bienes, riquezas y recursos de todos y de todas. El pueblo oprimido es mucho más poderoso que esa minoría opresora, sobre todo si se organiza y defiende lo que genuinamente le corresponde: esta patria.  

                                                                                                                                 Al Vino

EL AGUA POTABLE: DERECHO INALIENABLE DEL SER HUMANO

En el sistema capitalista es imposible que toda la población tenga acceso a los derechos básicos como la salud, vivienda, educación, trabajo, seguridad, recreación,  etcétera; pues, el capitalismo existe "gracias" a la usurpación de los derechos básicos de la mayoría. Es más, la historia ha demostrado permanentemente que el capitalismo es absolutamente incapaz de garantizar siquiera los servicios básicos adecuados para la sociedad; pues, sólo por citar algunos, el transporte público, la corriente eléctrica, el agua potable, entre otros, han sido y siguen siendo completamente deficientes en Paraguay, país con altísimos recursos, pero con una población que sigue careciendo de estos servicios en un amplio porcentaje.

Si hablamos solamente del agua potable, la cobertura en el suministro de la misma alcanza alrededor del 60% de la población, según el propio Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). De esta manera, en América Latina, el Estado paraguayo se ubica como es el que menor compromiso asume con su pueblo al privarle de este derecho a casi 50% de su población; pero a quienes provee, lo hace de manera muy precaria.

Además del paupérrimo acceso al agua potable, brindado por la ESSAP (Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A.), la ciudadanía que consume el vital líquido proveído por este ente corre el permanente riesgo de ser inficionada por cuestionables agroquímicos utilizados por la empresa multinacional privada GARGILL, que es uno de los mayores contaminadores de los cursos hídricos y de todo el medio ambiente tanto del país como de la región, cuya planta se encuentra a escasa distancia de la planta de ESSAP. Incluso la Organización Mundial de Conservación del Planeta (WWF) ha sostenido en reiteradas ocasiones que la fertilización de los suelos y la fumigación de cultivos con productos químicos tóxicos, una de las actividades de la multinacional GARGILL, está contaminando los cauces hídricos, las aguas subterráneas y pone en riesgo la calidad del Acuífero Guaraní, uno de los más importantes reservorios de agua dulce a nivel mundial.

Varias organizaciones sociales advierten que la pauperización de todos los servicios básicos responde a un proyecto de privatización que viene del mismo Gobierno nacional, empresario acaudalado que logró crear, gracias a parlamentarios aliados del mismo, la impopular Ley de APP (Alianza Público-Privada), que no es más que una venia para saquear los recursos de la nación, con la cual se benefician grandes empresas en las que el mismo Horacio Cartes es el mayor accionista.


Frente a esta amenaza de mega saqueo y despojo al pueblo paraguayo, no queda otra cosa más que la resistencia popular de la mayoría del pueblo, con todos los medios a su alcance; pues, así como nuestro presente es el juez de las acciones del pasado, la condición del futuro será la única que nos juzgará si en este presente hemos asumido un compromiso transformador con nuestro pueblo o nos hemos sumido en una indiferencia cómplice que es una actitud absolutamente favorable a la oligarquía que son los enemigos del pueblo.

                                                                                                                                          Al Vino

EL ROSTRO DE SATANÁS. Aportes para reflexionar sobre el mal, el malo y lo malo.

-Por Alvino Villalba Cuando la gente se imagina cómo sería el rostro del Diablo, la imagen que se crea en la mente es la de un ser parecido ...