El gobierno del oligarca
Horacio Cartes, denominado "exitoso empresario", (tildado por varias
individualidades y organizaciones sociales como una persona ligada con el
tráfico de drogas) cuya inconmensurable fortuna, de sospechosa procedencia, ha
aprobado, en el mes de marzo de 2017, el aumento del precio de la electricidad, pese a
la mala calidad del servicio, más los frecuentes y prolongados cortes de
energía que la ciudadanía viene soportando casi de manera estoica, ya que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) le impone ese tipo de servicio .
Lejos de subsanar este
problema en la ANDE (pauperización del servicio y el encarecimiento excesivo del energético), el mismo se agudiza de manera intencionada para producir un hartazgo
ciudadano generalizado que permita pedir, como es lógico y justo, una solución
definitiva a este flagelo.
No obstante, el gobierno empresarial pretende imponer al pueblo la ingesta de veneno etiquetando su envase como "remedio", al sostener discursivamente que la solución definitiva de este problema se encuentra en la entrega de dicho recurso energético a empresarios del sector privado para que los mismos dispongan de la energía eléctrica del país y la administren con criterios empresariales, añadiendo a esto que el Estado paraguayo supuestamente no puede sostener dichos mejoramientos sino solamente aquellos empresarios (socios de Cartes).
No obstante, el gobierno empresarial pretende imponer al pueblo la ingesta de veneno etiquetando su envase como "remedio", al sostener discursivamente que la solución definitiva de este problema se encuentra en la entrega de dicho recurso energético a empresarios del sector privado para que los mismos dispongan de la energía eléctrica del país y la administren con criterios empresariales, añadiendo a esto que el Estado paraguayo supuestamente no puede sostener dichos mejoramientos sino solamente aquellos empresarios (socios de Cartes).

Lo que los empresarios, entre ellos el
presidente de Paraguay, ocultan en esta situación y lo que la ciudadanía debe
comprender muy bien, es que la privatización de la ANDE, pese a que Cartes tiene
el aval legislativo, a través de la Ley de APP (Alianza Público-Privada), no es
efectuada solamente porque gran parte de los paraguayos y las paraguayas se
resiste a permitir semejante saqueo a un recurso público y que si se llegase a
hacer, existe la amplia posibilidad de que el pueblo organizado se levante contra
el gobierno de Horacio Cartes, provocando bruscos cambios que aterran a la
oligarquía paraguaya. Y es precisamente esa la fortaleza de este pueblo que
bajo ninguna circunstancia puede perder, porque solamente un pueblo consciente,
patriota y organizado es capaz de evitar este y tantos otros atropellos de la
clase oligarca que siempre ha subsistido gracias a la usurpación de los bienes, riquezas y recursos de todos
y de todas. El pueblo oprimido es mucho más poderoso que esa minoría opresora,
sobre todo si se organiza y defiende lo que genuinamente le corresponde: esta
patria.
Al Vino