miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL FALSO CONCEPTO DE LIBERTAD (El engaño de la democracia burguesa y liberal)


La palabra “elección” va ligada a la libertad, la cual implica capacidad o poder de decidir y/o de elegir, propiamente dicha. Tal verba es empleada con insistencia en épocas electorales, sobre todo porque detrás de la misma existe una intención de sostener que las autoridades políticas que deciden la vida pública de los ciudadanos fueron escogidas por la gente (de entre la gente), por preferencia, por confianza, o por contar con alguna cualidad que resalta de entre los demás seres humanos de esa sociedad. Sirve también para argüir que existe democracia en un país; pues, el eleccionismo o electoralismo son presentados como las piedras angulares de un sistema de gobierno donde supuestamente el pueblo es soberano y es el que ejerce el poder, "eligiendo" a sus representantes.

En muchos países latinoamericanos, los grandes tiranos de la historia reciente –Stroessner (Paraguay), Augusto Pinochet (Chile), y otros- han sostenido que no había quiebre de la democracia porque había “elecciones”. Sin embargo, la democracia no puede ser reducida al electoralismo; más aun sabiendo que el sistema electoral es sumamente fraudulento; es decir, fácilmente comprable, no garantiza transparencia, y no es custodio de la voluntad popular.

En todos los países donde gobierna la pequeña minoría multimillonaria (conocida como “oligarquía”) sobre la gran mayoría empobrecida, y particularmente en el Paraguay, los “candidatos” abonan altísima suma de dinero para que puedan ser candidatos porque saben que es la única forma de asegurar un puesto en el Congreso Nacional, en la Municipalidad, Gobernación o Presidencia de la República (dicho de otro modo: teniendo el poder político); pues una vez que están en esos puestos podrán robar, enriquecerse, delinquir, y acumular riquezas a costa del empobrecimiento del pueblo, sin siquiera ser molestados por quienes dicen estar para cumplir, resguardar y hacer cumplir las leyes.

Incluso el concepto de libertad se ve deteriorada en el sistema electoral fraudulento y plutocrático (el poder, el control y la dominación son ejercidos solamente por los altamente adinerados) al presentar como “opciones” a la ciudadanía a aquellos candidatos financiados por la oligarquía que se ha empotrado en el poder desde 1870, que están ahí exclusivamente para defender intereses de sus financistas y los propios, pero jamás representan ni defienden intereses genuinos del pueblo, de la patria.

Lo que hace este sistema electoral fraudulento, putrefacto y plutocrático con la población paraguaya es similar a un mozo que presenta la milanesa frita, la empanada frita y la tortilla frita como opciones de menú a un grupo de personas que padecen gastritis y que necesitan consumir caldo de pescado. Es decir, cualquier comida por la que se opte de esas tres “opciones” será perjudicial y dañará de manera irreversible los órganos de esos comensales. Como si no fuese suficiente, cuando esas personas padezcan úlcera, el mozo les increpará diciéndoles que “en la próxima” deben elegir mejor o que no supieron elegir bien.

Es necesario que la ciudadanía construya una organización política capaz de representar a sus ciudadanos/as y de defender los intereses de éstos/as. Por de pronto, no hay opciones, pese a que malintencionadamente se quiera instalar así. Votando por la opción 1 o por la opción 2 o por la opción 3, las necesidades de los ciudadanos no serán solucionadas ni atendidas siquiera; ni haciendo voto nulo, ni voto protesta, ni voto útil, ni voto castigo. Además, bajo estos vicios que presenta el sistema electoral (diseñado para que los altamente adinerados permanezcan y aumenten su poder tanto económico como político), votando a cualquiera o no votando a ninguno de ellos, mientras no haya opción real y mientras no se democratice y se transparente la "justicia" electoral plutocrática, no habrá justicia social, ni serán resueltos los problemas más acuciantes del pueblo. Solamente trasformando el sistema electoral y, al mismo tiempo, construyendo una opción distinta, genuina, democrática, coherente, patriótica, popular y revolucionaria, se podrá disputar por el poder político con garantía suficiente de que ese poder será ejercido por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.

EL ROSTRO DE SATANÁS. Aportes para reflexionar sobre el mal, el malo y lo malo.

-Por Alvino Villalba Cuando la gente se imagina cómo sería el rostro del Diablo, la imagen que se crea en la mente es la de un ser parecido ...