Según el Censo Agropecuario realizado en el año 2008, en Paraguay el 85%
de las tierras que conforman el territorio patrio (27.807.215 de hectáreas del
total de 40.675.200) apto para la agricultura y la producción forestal, está en
manos del 2,5% de la población. Para el Estado oligárquico (Estado manejado por
capitalistas), esto se ajusta a las leyes. Consecuentemente, y nuestra historia
reciente y casi cotidiana nos demuestra que cualquiera que se oponga a dicho
“orden” social termina reprimido, encarcelado, criminalizado o incluso
asesinado por policías y militares que se encargan de defender los intereses de
la pequeña oligarquía en perjuicio de la mayoría del pueblo desposeído de donde
provienen los mismos.

Muchos ciudadanos se
preguntan cómo se llegó a esta situación tan injusta y tan inhumana. La
respuesta es más compleja; aún así, es indiscutible que luego de 1870,
terminada la Guerra de la Triple Alianza, con la excusa de pagar las deudas de
la guerra, además de que varios territorios pertenecientes al Paraguay fuesen
anexados a Argentina y Brasil, lo que quedaba del nuevo territorio, las
autoridades políticas de esa época empezaron a vender, a muy bajos costos, a
los millonarios extranjeros; sobre todo de la mano del Gral. Bernardino
Caballero, quien fue Ministro de Marina y Guerra, de Interior, de Justicia y de Instrucción Pública, y presidente de la República en el periodo 1882-1886.
Fue también durante la
tiranía colorado-policial-militar encabezada por el fascista (terrorista) Alfredo Stroessner
(hijo de alemanes) que las tierras pertenecientes a todos/as los/as paraguayos/as han sido entregadas a comisarios, coroneles, generales y caudillos políticos
como recompensa por su “lealtad” y complicidad con los crímenes de lesa
humanidad cometidos por el régimen fascista en
Paraguay. Dichas tierras hasta ahora no se pueden recuperar, debido a que muchos de los politiqueros de la época stronista, sus descendientes directos y simpatizantes que se han beneficiado de ese régimen, en la actualidad continúan ocupando altos cargos políticos desde los cuales siguen defendiendo y protegiendo esos bienes mal habidos.
Estos son los pasos que han empleado (y siguen empleando) los usurpadores de los bienes, riquezas y recursos de los pueblos para
"legalizar" ese despojo y saqueo:
- Las tierras son del pueblo paraguayo.
- Los caudillos de la tiranía colorado-policial-militar encabezada por el fascista Alfredo Stroessner usurpan y saquean esas tierras y sus "correlís" (correligionarios o copartidarios) que tienen empleos en los entes públicos les hacen los documentos en que figuran que esas tierras son, de ahí en más, PROPIEDAD de esos caudillos.
- Esos caudillos, cuando ocupan cargos legislativos, hacen una LEY que sostiene RESPETO A LA "PROPIEDAD PRIVADA".
- Cuando el pueblo paraguayo lucha por recuperar sus tierras (robadas por esos saqueadores), entonces los dirigentes sociales y campesinos son reprimidos, apresados, torturados y/o asesinados por policías y soldados bajo la excusa de DEFENDER LA PROPIEDAD PRIVADA.
- Algunos desposeídos también reproducen el discurso de estos usurpadores caudillos y repiten "RESPETEMOS LA LEY DE PROPIEDAD PRIVADA".
En las últimas décadas, el saqueo es todavía más impune y violento. Los saqueadores incluso pisotean sus propias leyes. Expulsan a los verdaderos dueños hasta de tierras tituladas por el Estado, de tierras ancestrales de pueblos indígenas, expulsan comunidades enteras de sus tierras a balazos, contratando matones, incendiando cultivos y escuelas, robando animales, destruyendo lo poco que poseen las clases usurpadas, despojadas una y otra vez.
La tierra es un medio de producción que los capitalistas han despojado de los campesinos para generar riquezas y acumularlas. Todas las leyes posteriores a ese despojo son para proteger ese saqueo. Cuando el campesinado organizado lucha por recuperar sus tierras, este Estado capitalista interviene para que las tierras y demás medios de producción permanezcan en manos de los grandes capitalistas, por lo que es absurdo confiar en que este Estado administrará y distribuirá con justicia los bienes, riquezas y recursos de todos/as. Es necesario con urgencia un movimiento real que anule y supere el estado actual de cosas, una trasformación total de esta situación; es necesaria y urgente la revolución.
Al Vino
No hay comentarios:
Publicar un comentario