miércoles, 6 de diciembre de 2017

LORÍTO ÓGA. Falacias sobre la práctica extrínseca de la humanidad: la dominación.

El filósofo Francisco Romero (1891-1962) sostiene que los seres humanos somos el resultado de la cultura que, al mismo tiempo, es construida por los seres humanos a lo largo de la historia. El ser humano es "producto" de la cultura y la cultura, al mismo tiempo, es "producida" por el ser humano. Uno se manifiesta con los demás de acuerdo a la construcción social de parámetros morales; es decir, uno es (o aparenta ser) según los conceptos de bien (hacer) y el mal (evitar) que son aceptados en un espacio (territorio) y tiempo (momento de la historia). Aun así, el o los seres humanos pueden incidir en la destrucción, transformación o construcción de la moralidad de ciertos comportamientos.

Una parte de esa cultura es el machismo, actitud principal del patriarcado (organización social y familiar en que el dominio es ejercido por el varón que se erige como autoridad suprema sobre las mujeres y niños/as). El patriarcado ha instalado también que quien ejerce ese privilegio es un ser superior cuya voluntad debe ser acatada incuestionable e íntegramente, pese a que su “autoridad” no implique, por lo general, algún prestigio y crédito por su calidad y competencia. 

Tal organización primitiva -intrínsecamente injusta e irracional- perdura hasta la actualidad, pese a que se ha originado en una época en que la razón todavía no era el fundamental motor que impulsaba las decisiones y acciones humanas. Pero en nuestra era, extrañamente, esta sociedad puede escandalizarse fácilmente por la manera arcaica de vestirse de alguien, sin escandalizarse por la violencia (o dominio) del varón contra la mujer, la  cual es la principal característica del patriarcado que también es arcaico.

También el capitalismo se encargó de meter en la cabeza de la ciudadanía la supuesta naturalidad de la explotación del hombre por el hombre, de que alguien tiene que dar órdenes y que otros deben obedecer, que alguien debe poseer mucho y muchos deben poseer poco, que unos pocos deben dominar al resto de la población. Así como el patriarcado concibe como natural o normal que el hombre someta, explote y domine a la mujer, también al capitalismo concibe como natural o normal que unos pocos (ricos-multimillonarios) sometan, exploten y dominen a la mayoría (desposeídos-empobrecidos).

Dado que en este modelo social, cultural y económico vigente se naturalizan la explotación, el sometimiento y la dominación, se introduce la tesis de que el varón también debe reproducir la lógica amo-esclavo por lo que debe dominar a la mujer y si no la somete o domina es porque la mujer ejerce la dominación sobre ese hombre; cuando el hombre no somete, no explota y no domina a la mujer, se convierte en "Loríto Óga" (ave domesticada tras habérsela cortado las alas). Es decir, según esta lógica, sí o sí debe haber dominación, sometimiento y explotación del ser humano por otro ser humano. De esa forma se anula toda posibilidad de sana convivencia en iguales condiciones entre mujeres, hombres, niños, adultos, etcétera, y se promociona como "socialmente aceptable" toda violencia e injusticia.

La idea de la supuesta naturalidad de la dominación se ha introducido profundamente en las mentes colectivas a tal punto de que llegó a formar parte de la idiosincrasia de muchos pueblos desde, posiblemente, tiempos inmemorables. Transformar esa práctica requerirá de inconmensurables esfuerzos, sobre todo por la resistencia de quienes se benefician de la dominación (y explotación).

En la misma relación entre esposo y esposa (o de novio y novia) se instaló también la idea y la práctica de que uno de los dos tiene que ejercer la dominación sobre el otro o sobre la otra. La clase dominante (la oligarquía) incorporó en la cultura de la gente que la dominación es buena. Y hasta ahora, en los sectores no pensantes, se pretende sostener que si un hombre no domina a la mujer, entonces ésta domina a aquél, como si la dominación sí o sí fuese algo intrínseco de la relación entre los seres humanos, incluso en las parejas o en los matrimonios. Tal idea corresponde precisamente a esa cultura capitalista que promociona la desigualdad social a través de la dominación (clase opresora contra clase oprimida) que se practica cotidianamente, de manera irracional, desde el mismo hogar. 

Entonces, se pretende imponer como "aceptable" que la mujer sí o sí debe ser sometida al varón, tal como el empleado es sometido al patrón o como el esclavo es sometido al amo, pese a que esto va totalmente de contramano con la razón, y, consecuentemente, contra la justicia. Este tipo de relacionamiento es completamente deshumano, deshumanizante y deshumanizador. Sin embargo, en esta sociedad alienada por el capitalismo, el machismo, como práctica principal del patriarcado, sigue siendo presentado como algo natural, normal e inmutable. Estas erróneas visión y acción deben ser desmontadas, si se pretende construir un orden social justo, humano y libre de explotación del ser humano por otro ser humano.

De esa forma, la igualdad y la equidad o que "la ley es igual para todos/as", se empiezan a quebrar desde la raíz de la sociedad, desde la misma pareja unida “por amor”, o incluso desde la familia. 

En Paraguay es casi folclórico, por ejemplo, tildar de “Loríto Óga” (ave domesticada), al hombre que no reproduce la lógica “amo-esclava” y la subyacente idea de la dominación de ese varón a su propia pareja. La tradición -como realización de las praxis impuestas por los/as ascendientes- es inmutable para quienes tienen dificultad o incapacidad para reflexionar acerca dichas prácticas; pues, para criticar, cuestionar y transformar la realidad es necesario poner en ejercicio el atributo esencial que nos diferencia de las bestias: el raciocinio. 

Desapasionar nuestras ancestrales prácticas individuales y sociales es uno de los medios más convenientes para racionalizar las mismas y poder humanizar más a la humanidad tan deshumanizada y bestializada a causa de haber asumido que la dominación es algo intrínseco a nuestra manera de convivir unos/as con otros/as.

Si no se tiene la capacidad de revisar y razonar sobre las prácticas individuales y sociales, entonces cada ciudadano/a va a seguir siendo reproductor/a de esa cultura de dominación y, consecuentemente, de la explotación del ser humano por otro ser humano.

Al Vino


miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL FALSO CONCEPTO DE LIBERTAD (El engaño de la democracia burguesa y liberal)


La palabra “elección” va ligada a la libertad, la cual implica capacidad o poder de decidir y/o de elegir, propiamente dicha. Tal verba es empleada con insistencia en épocas electorales, sobre todo porque detrás de la misma existe una intención de sostener que las autoridades políticas que deciden la vida pública de los ciudadanos fueron escogidas por la gente (de entre la gente), por preferencia, por confianza, o por contar con alguna cualidad que resalta de entre los demás seres humanos de esa sociedad. Sirve también para argüir que existe democracia en un país; pues, el eleccionismo o electoralismo son presentados como las piedras angulares de un sistema de gobierno donde supuestamente el pueblo es soberano y es el que ejerce el poder, "eligiendo" a sus representantes.

En muchos países latinoamericanos, los grandes tiranos de la historia reciente –Stroessner (Paraguay), Augusto Pinochet (Chile), y otros- han sostenido que no había quiebre de la democracia porque había “elecciones”. Sin embargo, la democracia no puede ser reducida al electoralismo; más aun sabiendo que el sistema electoral es sumamente fraudulento; es decir, fácilmente comprable, no garantiza transparencia, y no es custodio de la voluntad popular.

En todos los países donde gobierna la pequeña minoría multimillonaria (conocida como “oligarquía”) sobre la gran mayoría empobrecida, y particularmente en el Paraguay, los “candidatos” abonan altísima suma de dinero para que puedan ser candidatos porque saben que es la única forma de asegurar un puesto en el Congreso Nacional, en la Municipalidad, Gobernación o Presidencia de la República (dicho de otro modo: teniendo el poder político); pues una vez que están en esos puestos podrán robar, enriquecerse, delinquir, y acumular riquezas a costa del empobrecimiento del pueblo, sin siquiera ser molestados por quienes dicen estar para cumplir, resguardar y hacer cumplir las leyes.

Incluso el concepto de libertad se ve deteriorada en el sistema electoral fraudulento y plutocrático (el poder, el control y la dominación son ejercidos solamente por los altamente adinerados) al presentar como “opciones” a la ciudadanía a aquellos candidatos financiados por la oligarquía que se ha empotrado en el poder desde 1870, que están ahí exclusivamente para defender intereses de sus financistas y los propios, pero jamás representan ni defienden intereses genuinos del pueblo, de la patria.

Lo que hace este sistema electoral fraudulento, putrefacto y plutocrático con la población paraguaya es similar a un mozo que presenta la milanesa frita, la empanada frita y la tortilla frita como opciones de menú a un grupo de personas que padecen gastritis y que necesitan consumir caldo de pescado. Es decir, cualquier comida por la que se opte de esas tres “opciones” será perjudicial y dañará de manera irreversible los órganos de esos comensales. Como si no fuese suficiente, cuando esas personas padezcan úlcera, el mozo les increpará diciéndoles que “en la próxima” deben elegir mejor o que no supieron elegir bien.

Es necesario que la ciudadanía construya una organización política capaz de representar a sus ciudadanos/as y de defender los intereses de éstos/as. Por de pronto, no hay opciones, pese a que malintencionadamente se quiera instalar así. Votando por la opción 1 o por la opción 2 o por la opción 3, las necesidades de los ciudadanos no serán solucionadas ni atendidas siquiera; ni haciendo voto nulo, ni voto protesta, ni voto útil, ni voto castigo. Además, bajo estos vicios que presenta el sistema electoral (diseñado para que los altamente adinerados permanezcan y aumenten su poder tanto económico como político), votando a cualquiera o no votando a ninguno de ellos, mientras no haya opción real y mientras no se democratice y se transparente la "justicia" electoral plutocrática, no habrá justicia social, ni serán resueltos los problemas más acuciantes del pueblo. Solamente trasformando el sistema electoral y, al mismo tiempo, construyendo una opción distinta, genuina, democrática, coherente, patriótica, popular y revolucionaria, se podrá disputar por el poder político con garantía suficiente de que ese poder será ejercido por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.

martes, 24 de octubre de 2017

OTRA AMENAZA DE APUÑALAMIENTO DE CARTES AL PUEBLO: PRIVATIZACIÓN DE LA ANDE

El gobierno del oligarca Horacio Cartes, denominado "exitoso empresario", (tildado por varias individualidades y organizaciones sociales como una persona ligada con el tráfico de drogas) cuya inconmensurable fortuna, de sospechosa procedencia, ha aprobado, en el mes de marzo de 2017, el aumento del precio de la electricidad, pese a la mala calidad del servicio, más los frecuentes y prolongados cortes de energía que la ciudadanía viene soportando casi de manera estoica, ya que la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) le impone ese tipo de servicio .

Lejos de subsanar este problema en la ANDE (pauperización del servicio y el encarecimiento excesivo del energético), el mismo se agudiza de manera intencionada para producir un hartazgo ciudadano generalizado que permita pedir, como es lógico y justo, una solución definitiva a este flagelo. 

No obstante, el gobierno empresarial pretende imponer al pueblo la ingesta de veneno etiquetando su envase como "remedio", al sostener discursivamente que la solución definitiva de este problema se encuentra en la entrega de dicho recurso energético a empresarios del sector privado para que los mismos dispongan de la energía eléctrica del país y la administren con criterios empresariales, añadiendo a esto que el Estado paraguayo supuestamente no puede sostener dichos mejoramientos sino solamente aquellos empresarios (socios de Cartes).


Los aumentos no se acabarían con el de marzo del 2017 sino en breve se repetiría, incluso de manera sistemática y de modo cada vez más agobiante, para instalar en el pensamiento colectivo que solo aumentando la tarifa, la ANDE podrá seguir funcionando o eventualmente podría mejorar de modo parcial su servicio, dejando subyacer la idea de que si el pueblo no quiere seguir pagando alto costo por la electricidad en estas deplorables condiciones, no tendría alternativa más que dar su "aval social" de privatizar este recurso para seguir pagando ese altísimo precio pero en las condiciones ya mejoradas, supuestamente.

Lo que los empresarios, entre ellos el presidente de Paraguay, ocultan en esta situación y lo que la ciudadanía debe comprender muy bien, es que la privatización de la ANDE, pese a que Cartes tiene el aval legislativo, a través de la Ley de APP (Alianza Público-Privada), no es efectuada solamente porque gran parte de los paraguayos y las paraguayas se resiste a permitir semejante saqueo a un recurso público y que si se llegase a hacer, existe la amplia posibilidad de que el pueblo organizado se levante contra el gobierno de Horacio Cartes, provocando bruscos cambios que aterran a la oligarquía paraguaya. Y es precisamente esa la fortaleza de este pueblo que bajo ninguna circunstancia puede perder, porque solamente un pueblo consciente, patriota y organizado es capaz de evitar este y tantos otros atropellos de la clase oligarca que siempre ha subsistido gracias a la usurpación de los bienes, riquezas y recursos de todos y de todas. El pueblo oprimido es mucho más poderoso que esa minoría opresora, sobre todo si se organiza y defiende lo que genuinamente le corresponde: esta patria.  

                                                                                                                                 Al Vino

EL AGUA POTABLE: DERECHO INALIENABLE DEL SER HUMANO

En el sistema capitalista es imposible que toda la población tenga acceso a los derechos básicos como la salud, vivienda, educación, trabajo, seguridad, recreación,  etcétera; pues, el capitalismo existe "gracias" a la usurpación de los derechos básicos de la mayoría. Es más, la historia ha demostrado permanentemente que el capitalismo es absolutamente incapaz de garantizar siquiera los servicios básicos adecuados para la sociedad; pues, sólo por citar algunos, el transporte público, la corriente eléctrica, el agua potable, entre otros, han sido y siguen siendo completamente deficientes en Paraguay, país con altísimos recursos, pero con una población que sigue careciendo de estos servicios en un amplio porcentaje.

Si hablamos solamente del agua potable, la cobertura en el suministro de la misma alcanza alrededor del 60% de la población, según el propio Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). De esta manera, en América Latina, el Estado paraguayo se ubica como es el que menor compromiso asume con su pueblo al privarle de este derecho a casi 50% de su población; pero a quienes provee, lo hace de manera muy precaria.

Además del paupérrimo acceso al agua potable, brindado por la ESSAP (Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A.), la ciudadanía que consume el vital líquido proveído por este ente corre el permanente riesgo de ser inficionada por cuestionables agroquímicos utilizados por la empresa multinacional privada GARGILL, que es uno de los mayores contaminadores de los cursos hídricos y de todo el medio ambiente tanto del país como de la región, cuya planta se encuentra a escasa distancia de la planta de ESSAP. Incluso la Organización Mundial de Conservación del Planeta (WWF) ha sostenido en reiteradas ocasiones que la fertilización de los suelos y la fumigación de cultivos con productos químicos tóxicos, una de las actividades de la multinacional GARGILL, está contaminando los cauces hídricos, las aguas subterráneas y pone en riesgo la calidad del Acuífero Guaraní, uno de los más importantes reservorios de agua dulce a nivel mundial.

Varias organizaciones sociales advierten que la pauperización de todos los servicios básicos responde a un proyecto de privatización que viene del mismo Gobierno nacional, empresario acaudalado que logró crear, gracias a parlamentarios aliados del mismo, la impopular Ley de APP (Alianza Público-Privada), que no es más que una venia para saquear los recursos de la nación, con la cual se benefician grandes empresas en las que el mismo Horacio Cartes es el mayor accionista.


Frente a esta amenaza de mega saqueo y despojo al pueblo paraguayo, no queda otra cosa más que la resistencia popular de la mayoría del pueblo, con todos los medios a su alcance; pues, así como nuestro presente es el juez de las acciones del pasado, la condición del futuro será la única que nos juzgará si en este presente hemos asumido un compromiso transformador con nuestro pueblo o nos hemos sumido en una indiferencia cómplice que es una actitud absolutamente favorable a la oligarquía que son los enemigos del pueblo.

                                                                                                                                          Al Vino

viernes, 22 de septiembre de 2017

DISTRIBUCIÓN DE RIQUEZAS EN EL MUNDO, BAJO EL SISTEMA CAPITALISTA.


Estos son los datos expuestos por Bruno Rodríguez* en su discurso en la 72ª sesión de la Asamblea General de la ONU, realizada en fecha 21/09/2017):

8 hombres poseen en conjunto la misma cantidad de riqueza que 3.600.000.000 (tres mil seiscientos millones) de seres humanos, que integran la mitad más pobre de la humanidad.

69 de las 100 mayores entidades del mundo son empresas transnacionales; no, Estados.

Las 10 mayores corporaciones del mundo tienen una facturación superior a los ingresos públicos de 180 países sumados.

700.000.000 (setecientos millones) de personas son extremadamente pobres.

21.000.000 (veintiún millones) son víctimas de trabajos esclavos o forzosos.

5.000.000 (cinco millones) de niños/as murieron en el año 2015 antes de cumplir 5 años, por enfermedades prevenibles y curables.

758.000.000 (setecientos cincuenta y ocho millones) de adultos son analfabetos (no tuvieron ni tienen acceso al derecho a la educación).

815.000.000 (ochocientos quince millones) de seres humanos padecen hambre crónica. Ampliando este dato, podemos mencionar también que 25.000 personas cada día mueren por causas relacionadas con la falta de alimentos, más incluso que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas, según el Programa Mundial de Alimentos, de las Naciones Unidas.

2.000.000.000 (dos mil millones) de seres humanos están subalimentados.

653.000.000 (seiscientos cincuenta y tres millones) de seres humanos seguirán padeciendo hambre en el año 2030, de recuperarse el precario ritmo de disminución de los últimos años, ahora interrumpido. Con este ritmo, no se erradicaría el hambre en el año 2050.-

22.500.000 (dos millones quinientos mil) de seres humanos son refugiados. Un refugiado ‑según Convención de 28 de julio de 1951 relativa al estatuto de los refugiados de las Naciones Unidas-es una persona que se encuentra fuera del país de donde es originario, o bien donde reside habitualmente, debido a razones de etnia, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas, y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.

1.700.000.000.000 (un billón setecientos mil millones) de dólares destinan anualmente los países capitalistas en gasto militares. Esa realidad contradice a quienes alegan que no hay recursos para acabar con la pobreza en el mundo.

Los patrones de producción y de consumo, propios del capitalismo, son insostenibles e irracionales y conducen inexorablemente a la destrucción del medio ambiente y al fin de la especie humana.

Es imprescindible e impostergable que las Naciones Unidas trabajen por establecer un nuevo orden económico internacional, participativo, democrático, equitativo e incluyente, y una nueva arquitectura financiera que tome en cuenta los derechos, necesidades y particulares de los países en desarrollo y las asimetrías existentes en las finanzas y el comercio mundial, resultado de siglos de explotación y saqueo.

Bruno Rodríguez Parrilla es un político y diplomático cubano. Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.




jueves, 1 de junio de 2017

LEGALIZACIÓN DEL SAQUEO DEL TERRITORIO PARAGUAYO



Según el Censo Agropecuario realizado en el año 2008, en Paraguay el 85% de las tierras que conforman el territorio patrio (27.807.215 de hectáreas del total de 40.675.200) apto para la agricultura y la producción forestal, está en manos del 2,5% de la población. Para el Estado oligárquico (Estado manejado por capitalistas), esto se ajusta a las leyes. Consecuentemente, y nuestra historia reciente y casi cotidiana nos demuestra que cualquiera que se oponga a dicho “orden” social termina reprimido, encarcelado, criminalizado o incluso asesinado por policías y militares que se encargan de defender los intereses de la pequeña oligarquía en perjuicio de la mayoría del pueblo desposeído de donde provienen los mismos.

Policías protegiendo intereses de grandes terratenientes y preparados para reprimir, torturar o asesinar a paraguayos/as que pretenden recuperar las tierras invadidas y usurpadas por esos terratenientes.Es demasiado claro que lo legal (la ley) no se asocia a la justicia ni al bien en una sociedad capitalista (por más que así quieren hacernos creer), sino es la manifestación de la hegemonía de la clase social millonaria sobre la clase social desposeída. La ley es la cristalización de la correlación de fuerzas. En una sociedad impregnada por el neoliberalismo, la ley defiende y protege intereses de una minoría privilegiada y perjudica a la mayoría desposeída.

Muchos ciudadanos se preguntan cómo se llegó a esta situación tan injusta y tan inhumana. La respuesta es más compleja; aún así, es indiscutible que luego de 1870, terminada la Guerra de la Triple Alianza, con la excusa de pagar las deudas de la guerra, además de que varios territorios pertenecientes al Paraguay fuesen anexados a Argentina y Brasil, lo que quedaba del nuevo territorio, las autoridades políticas de esa época empezaron a vender, a muy bajos costos, a los millonarios extranjeros; sobre todo de la mano del Gral. Bernardino Caballero, quien fue Ministro de Marina y Guerra, de Interior, de Justicia y de Instrucción Pública, y presidente de la República en el periodo 1882-1886. 

Fue también durante la tiranía colorado-policial-militar encabezada por el fascista (terrorista) Alfredo Stroessner (hijo de alemanes) que las tierras pertenecientes a todos/as los/as paraguayos/as han sido entregadas a comisarios, coroneles, generales y caudillos políticos como recompensa por su “lealtad” y complicidad con los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen fascista en Paraguay. Dichas tierras hasta ahora no se pueden recuperar, debido a que muchos de los politiqueros de la época stronista, sus descendientes directos y simpatizantes que se han beneficiado de ese régimen, en la actualidad continúan ocupando altos cargos políticos desde los cuales siguen defendiendo y protegiendo esos bienes mal habidos.

Estos son los pasos que han empleado (y siguen empleando) los usurpadores de los bienes, riquezas y recursos de los pueblos para "legalizar" ese despojo y saqueo:
  1. Las tierras son del pueblo paraguayo.
  2. Los caudillos de la tiranía colorado-policial-militar encabezada por el fascista Alfredo Stroessner usurpan y saquean esas tierras y sus "correlís" (correligionarios o copartidarios) que tienen empleos en los entes públicos les hacen los documentos en que figuran que esas tierras son, de ahí en más, PROPIEDAD de esos caudillos.
  3. Esos caudillos, cuando ocupan cargos legislativos, hacen una LEY que sostiene RESPETO A LA "PROPIEDAD PRIVADA".
  4. Cuando el pueblo paraguayo lucha por recuperar sus tierras (robadas por esos saqueadores), entonces los dirigentes sociales y campesinos son reprimidos, apresados, torturados y/o asesinados por policías y soldados bajo la excusa de DEFENDER LA PROPIEDAD PRIVADA.
  5. Algunos desposeídos también reproducen el discurso de estos usurpadores caudillos y repiten "RESPETEMOS LA LEY DE PROPIEDAD PRIVADA".
En las últimas décadas, el saqueo es todavía más impune y violento. Los saqueadores incluso pisotean sus propias leyes. Expulsan a los verdaderos dueños hasta de tierras tituladas por el Estado, de tierras ancestrales de pueblos indígenas, expulsan comunidades enteras de sus tierras a balazos, contratando matones, incendiando cultivos y escuelas, robando animales, destruyendo lo poco que poseen las clases usurpadas, despojadas una y otra vez.

La tierra es un medio de producción que los capitalistas han despojado de los campesinos para generar riquezas y acumularlas. Todas las leyes posteriores a ese despojo son para proteger ese saqueo. Cuando el campesinado organizado lucha por recuperar sus tierras, este Estado capitalista interviene para que las tierras y demás medios de producción permanezcan en manos de los grandes capitalistas, por lo que es absurdo confiar en que este Estado administrará y distribuirá con justicia los bienes, riquezas y recursos de todos/as. Es necesario con urgencia un movimiento real que anule y supere el estado actual de cosas, una trasformación total de esta situación; es necesaria y urgente la revolución.

                                                                           
                                                                                          Al Vino

jueves, 16 de febrero de 2017

LA ALIENACIÓN (Descripción sobre el estado de conciencia de varios ciudadanos paraguayos)

-Por Alvino Villalba 


Soportando la carga al perseguir algo que jamás alcanzarán aunque parezca no estar lejos del mismo 

Cuando un ser humano no se reconoce como ciudadano valioso, capaz de transformar todo lo que está mal, cuando no se reconoce como protagonista activo de su historia personal, social y/o universal, sino cree que todo lo que le ocurre a él y al mundo se debe a algo fortuito, frente al cual no se puede hacer nada sino solo resignarse genuflexamente, entonces ese sujeto se convierte en algo distinto a lo que él realmente es, por lo que se comporta de un modo contrario a su propia naturaleza. A ese tipo de ciudadano se le llama “alienado”. Alienación es “el extrañamiento o distanciamiento del sujeto en relación consigo mismo”, según el filósofo Georg Wilhelm Friedrich Hegel.

Los alienados, con su autopercepción de poco útil o con su resignación y conformismo, facilitan y posibilitan el mantenimiento o empeoramiento de una injusta realidad, en vez de que sea transformada para bien. Cuando se le construye una conciencia para ver la realidad con resignación o para aceptar la injusta realidad como algo normal o natural, entonces ese ciudadano se convierte en alienado.

En la sociedad paraguaya, es habitual encontrarse con un alienado que comparte las mismas comunidades familiares, amicales, laborales o sociales. En las mismas, es frecuente escuchar del mismo algunas afirmaciones bastante pesimistas acerca de la realidad, como “nosotros no podemos hacer nada ante tantas desigualdades”, “quienes se involucran en las luchas gremiales, sociales o políticas solo buscan beneficios individuales egoístas”, “ya todo está perdido”, “quienes luchan para transformar la sociedad son bandidos y haraganes”, “no te estreses de balde”, “es mejor olvidarse de los problemas y no enfrenarlos”, “el pueblo no está tan insatisfecho con este gobierno”,  etcétera.

Un hombre asumiendo rol de burro de carga y persiguiendo una recompensa inalcanzable

El/la alienado/a suele afirmar que su pesimismo es un realismo, y eso es precisamente porque su conciencia acerca de la realidad está distorsionada (por los errados conceptos) o limitada (por las escasas informaciones con que cuenta). Aunque, no podemos perder de vista, a veces tal “pesimismo” también es un mecanismo empleado por el alienado a fin de evitar comprometerse consigo mismo, con los demás y con la realidad para la transformación social que es siempre necesaria cuando un sistema social y económico es capitalista, ya que trae como algo inherente las desigualdades y exclusiones a raíz de la injusta administración de los bienes, riquezas y recursos de un país haciendo que –por un lado– una minoría de ciudadanos concentre la mayoría de las riquezas, bienes y recursos, y –por el otro lado– la mayoría de los ciudadanos concentren la minoría de las riquezas, bienes y recursos.

Al Vino

 


sábado, 7 de enero de 2017

LO IDEAL ES QUE NO HAYA "LUCHA DE CLASES" (El rostro de la lucha de clases en Paraguay)


Los multimillonarios, terratenientes, latifundistas, ganaderos, empresarios inmobiliarios, supermercadistas, narcotraficantes, sojeros, etcétera, que conforman la oligarquía paraguaya, a través de sus medios de comunicación (Diario abc color, Diario Hoy, Diario La Nación, Diario Última Hora, Diario ADN, SNT, Telefuturo, Unicanal, entre otros) pretenden instalar en la mente de la ciudadanía que los compatriotas campesinos padecen una manía por la que siempre buscan el dolor y la humillación. Por eso nomás se explica que entre 30 ó 50 campesinos se "enfrentan" con palos a 300, 500 ó 1.000 policías armados con poderosas armas de guerra, como fusiles, metralletas, chalecos antibalas, y adiestrados psicológica, técnica y físicamente para disparar, golpear, asesinar, secuestrar o torturar a quienes luchan contra este sistema capitalista hambreador y excluyente.

Es difícil hablar de enfrentamiento cuando lo que en verdad ocurre es un criminal atropello y ataque cobarde de los terroristas uniformados (denominados "policías") contra los valientes y heroicos campesinos  paraguayos y paraguayas que defienden el suelo patrio invadido por latifundistas sojeros brasileños y connacionales.

Estos "policías" se constituyen en  protectores de los oligarcas (enemigos de la Patria) y de sus intereses mal habidos. No son los enemigos de la Patria pero a ellos les defienden. Son hijos de obreros y de campesinos; son hijos del pueblo pero traicionan a su mismo pueblo, a ese pueblo que paga con mucho sacrificio sus salarios. Esos policías que deberían haberle protegido y defendido son los que le traicionan protegiendo con su vida a los enemigos de la Patria. La policía es convertida en el  instrumento de represión de la oligarquía; es el brazo armado del Estado capitalista que opera para garantizar la continuidad de la producción capitalista. Pues, cuando las familias paraguayas campesinas ocuparon las tierras estatales de Marina Kue (Curuguaty), fue a invadir la familia de Blas N. Riquelme y defendió esa invasión usando a casi 500 policías que quitaron la vida a 17 paraguayos a fin de favorecer la continuidad de dicha invasión. También en las tierras estatales de Guahory, 1.200 policías van a defender a los terratenientes sojeros, violentando, reprimiendo, torturando y baleando a mujeres, niños y hombres trabajadores que viven en la zona desde hace alrededor de tres décadas.

Ante esta nefasta realidad, al pueblo trabajador y empobrecido le  quedan dos opciones para resguardar su dignidad ante estos ataques. Autodefenderse o nacionalizar las fuerzas del orden a fin de contar con policías patriotas que cumplan su rol de defender los intereses del pueblo. La segunda opción es la más correcta.

Cuando la oligarquía ya no puede convencer a la ciudadanía de que 'las injusticias sociales son naturales o normales', y cuando los ciudadanos exigen lo que se les ha arrebatado (salud, tierra, vivienda, educación, felicidad, trabajo digno, entre otros derechos), entonces esa oligarquía utiliza la fuerza, la violencia, el terror, las armas, las cárceles o los asesinatos para mantener el sistema que permite en Paraguay la existencia de seres humanos de primera categoría que son una minoría o clase "alta",  ricos multimillonarios (aproximadamente 5% de la población paraguaya) y de seres humanos de segunda categoría que son la mayoría o clase "baja", trabajadores empobrecidos (aproximadamente 95% de la población paraguaya).

Estas clases están en confrontación una con la otra. Estas clases están en lucha. Esta lucha de clases o conflicto entre las clases ocurre debido a la inequidad social que produce el sistema capitalista. Lo ideal es que no haya lucha de clases; es más, lo ideal es que no haya clases, ni alta ni baja. Lo ideal es que todos los ciudadanos tengamos acceso a todos los derechos, que todos seamos iguales en dignidad y en derecho, sin hambreadores ni hambreados, sin opresores ni oprimidos, sin amos ni esclavos, sin multimillonarios ni empobrecidos. Pero mientras existan las clases (altas y bajas), habrá la lucha de clases. Sólo el socialismo permitirá la equidad y la justicia social entre los seres humanos, el futuro de la humanidad ha de ser el socialismo; si no, no habrá un futuro humano sino de barbarie, de muerte, hambre y guerra. Solo el socialismo es vida, pan y paz.

EL ROSTRO DE SATANÁS. Aportes para reflexionar sobre el mal, el malo y lo malo.

-Por Alvino Villalba Cuando la gente se imagina cómo sería el rostro del Diablo, la imagen que se crea en la mente es la de un ser parecido ...