martes, 24 de mayo de 2022

CALOR APOCALÍPTICO ES FENÓMENO ARTIFICIAL

-Por Alvino Villalba


La superficie del territorio paraguayo es de 406.752 km² que equivale a 40.675.200 hectáreas, de las cuales 27 millones de hectáreas corresponden al área boscosa (donde hay árboles, ríos, arroyos y animales silvestres). De toda esa área boscosa, en la actualidad solamente nos quedan 12 millones de hectáreas. Más de la mitad de nuestros bosques hemos perdido o –más bien- se ha destruido. Para tener como referencia, nada más, entre los años 2001 y 2019, fueron destruidas 6.033.095 hectáreas de nuestro bosque. Ahora bien, lo que tendría que quedarnos bien claro es que esta destrucción no ha sido por fenómenos naturales, sino por fenómenos artificiales.

La destrucción de 15 millones de hectáreas (de 27 millones de hectáreas) de bosques paraguayos no ha sido natural sino provocada por pocas personas, entre las cuales se encuentran los ganaderos, narcotraficantes y sojeros; pues, son ellos los que realizan las masivas deforestaciones destruyendo así los montes para que se puedan realizar las plantaciones de marihuana, la soja y también con la finalidad generar las condiciones adecuadas para la pastura de las vacas. Es decir, el lucro, la acumulación y la ganancia de dinero de unos pocos generan los perjuicios y daños que padecemos la gran mayoría. ¿Acaso no hay alguna ley que pudiera impedir eso y castigar a los que siguen destruyendo nuestros bosques, arroyos y tierra? Aunque parezca poco creíble, todo este ecocidio ocurre, pese a la existencia de la Ley 2524/2004, conocida como de “Ley de Deforestación Cero”, creada supuestamente- para “propiciar la protección, recuperación y el mejoramiento del bosque… contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes del país”. Así afirma esta ley en su primer artículo. A pesar de eso, el Estado paraguayo es débil e ineficiente para aplicar esta ley y proteger los intereses y bienes de todos los paraguayos; muy por el contrario, son esos narcotraficantes, ganaderos y sojeros los que imponen su ley al Estado y no al revés (como debería ser en una república).

“Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde” afirma la sabiduría popular y colectiva. Es eso mismo lo que nos pasa en este momento. Luego de perder todos esos bosques, sabemos la importancia que ha tenido o que tiene. Pero, ¿por qué es tan importante la existencia y la conservación de los bosques? Esa pregunta se responde con estos datos: una hectárea de bosque genera entre 10 y 20 toneladas de oxígeno al año; los bosques regulan el ciclo del agua (para que no haya sequías ni inundaciones); producen oxígeno luego de administrar el dióxido de carbono por lo que purifica el aire contaminado; conservan muchas especies animales garantizando así la biodiversidad; los bosques regulan el clima para que las temperaturas no sean ni muy altas ni muy bajas. Es sabido que la masiva deforestación genera una diferencia en el clima de entre 5 a 6 grados. Las altas temperaturas experimentadas en Paraguay claramente evidencian eso; por ejemplo (solamente en la región oriental) en el año 1990, la temperatura máxima en enero ha sido de 36°C; en el año 2000, 38°C; en el 2010, 41°C.; en el año 2021, 43°C y la tendencia es que siga en aumento. De esa manera, nuestro clima cálido cada vez se aproxima más al de algunos países considerados “los más cálidos del mundo”; pues, en la India, las altas temperaturas van alrededor de 47°C; en Vietnam, 45ºC; en Israel, 44ºC; en Catar, 47ºC; en Irán, 45ºC; en Etiopía, 48ºC. ¿Paraguay va rumbo a ser uno de los países más cálidos del mundo?

Como hemos notado, la destrucción de nuestros bosques y el medio ambiente en general no es natural sino artificial (es provocada por algunas personas); por eso mismo, es un error atribuir a toda la humanidad la responsabilidad de esta catastrófica situación. De hecho, todo el daño al medio ambiente no es «responsabilidad de la humanidad» sino de una minoría que se apropia de los recursos naturales, los comercializa y convierte esas áreas boscosas en terrenos para las plantaciones señaladas arriba. Una vez más, resalta a la vista que el lucro de una minoría trae consecuencias apocalípticas que padecemos la gran mayoría.

Una de las consecuencias que la gran mayoría estamos experimentando (padeciendo) es este calor extremo que supera récord de temperaturas altas. Es un calor artificial; no es un fenómeno natural sino es el efecto de las acciones humanas. Nunca antes el calor ha sido tan extremo como ahora y se estima que este es el verano menos caliente de los siguientes años. Dicho con otras palabras, las altas temperaturas de los próximos años no serían como ahora sino iría en ascenso.

Los insoportables daños (que provoca el calor extremo) no han sido impuestos por la naturaleza sino por algunas personas. Entonces, todos los demás efectos del calor, tampoco son naturales sino provocados (no de manera inmediata sino mediatamente); entre estos efectos podemos mencionar el aumento de adultos mayores que están muriendo en sus hogares, la sequía, los incendios, la pérdida de las plantaciones y cultivos con su inherente perjuicio a la economía, la deshidratación, las descompensaciones, problemas cardiacos, renales y dermatológicos, entre otros.

En Paraguay, el Apocalipsis no es natural ni sobrenatural sino artificial. Todo este fenómeno apocalíptico y artificial se pudo haber evitado, pero la ineficiencia e incapacidad del Estado ha propiciado esta situación. A partir de aquí, ¿qué podemos hacer como sociedad civil para revertir esto? ¿Cómo y con quiénes se podría hacer un Estado que efectivamente defienda los intereses patrios? ¿Qué futuro nos espera a nosotros, a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos? Los bosques se caracterizan por dar salud, bienestar y vida. Su destrucción trae consigo enfermedades, malestares y muertes. ¿Es justo que por el lucro y la ganancia de los ecocidas tengamos que padecer situaciones tan catastróficas? Lo que queda claro es que, si no protegemos la naturaleza, la naturaleza ya no nos protegerá.

Al Vino.

* Publicado en Gaceta Guaireña el 03/02/2022 en este enlace: https://gacetaguairena.com/calor-apocaliptico-es-fenomeno-artificial/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL ROSTRO DE SATANÁS. Aportes para reflexionar sobre el mal, el malo y lo malo.

-Por Alvino Villalba Cuando la gente se imagina cómo sería el rostro del Diablo, la imagen que se crea en la mente es la de un ser parecido ...